La gestión de las aguas pluviales es un aspecto importante para la ciudad de Cambridge, ya que se adapta al cambio climático. La gran cantidad de cobertura impermeable de la ciudad, como las calles pavimentadas y los tejados, supone que la lluvia no siempre penetra en el suelo, sino que puede fluir sobre la tierra y hacia las vías fluviales locales, lo que puede causar contaminación e inundaciones.
Para abordar estas preocupaciones, la ciudad ha invertido más de 500 millones de dólares en infraestructuras de alcantarillado y aguas pluviales en los últimos 25 años y ha desarrollado programas para abordar tanto el volumen como la calidad de la escorrentía de las aguas pluviales. Estas estrategias incluyen el aumento de la capacidad de almacenamiento de las aguas pluviales, la construcción de infraestructuras ecológicas y la continuación de los proyectos de separación del alcantarillado. La ciudad ha construido sistemas subterráneos para el almacenamiento de las aguas pluviales, está construyendo más y está evaluando proyectos para la reconstrucción de calles y la reurbanización de zonas privadas, siempre a la búsqueda de oportunidades para implementar infraestructuras ecológicas. La ciudad también está colaborando con otras organizaciones para desarrollar planes que gestionen y potencialmente eliminen los desbordamientos del alcantarillado, combinados en función de las proyecciones climáticas futuras.